martes, 28 de diciembre de 2010

505

así llama mi padre a mi Samsonite, ese bunker con ruedas atrás que me ha acompañado en mis más aventurosos viajes
es el número que aún aparece bordado en algunas servilletas, toallas e incluso prendas de vestir que conservo desde aquel 1986
es el número de esta entrada de blog, un capicúa, un SOS algo rectilíneo, el coche más grande que existía...
mi otro número de la suerte

No hay comentarios: