martes, 28 de diciembre de 2010

505

así llama mi padre a mi Samsonite, ese bunker con ruedas atrás que me ha acompañado en mis más aventurosos viajes
es el número que aún aparece bordado en algunas servilletas, toallas e incluso prendas de vestir que conservo desde aquel 1986
es el número de esta entrada de blog, un capicúa, un SOS algo rectilíneo, el coche más grande que existía...
mi otro número de la suerte

domingo, 26 de diciembre de 2010

salida

los últimos minutos en Bázis son aquí sentado, casi a oscuras mientras la luz del día crece a mi espalda. la claridad que entra por esa ventana a la Plaza Mayor. el eco del ruido de las teclas en la habitación vacía.

14 meses después, me despido de mi casa de Valladolid

jueves, 16 de diciembre de 2010

retrato

yo podría deshumanizarme, rebajarme y humillarme,
podría insultarte y ofenderte.
sin embargo tú no puedes des-alimañarte ni des-ratarte ni dejar de ser parásito ni hacerte humano ni digno de respeto. tú no puedes. por eso escupes veneno.

yo podría llamarte rata y sanguijuela y garrapata y eso no sería un insulto. además, seguramente tú no tienes la culpa de ser así.

yo podría ser peor de lo que soy.
tú, seguramente, no puedes
(impotencia, sentimiento de inferioridad, envidia, etc.)

tú puedes humillar pero no puedes humillarte.
puedes insultar pero no se te puede insultar.

tú eres como eres y punto.

ciertamente, estamos en paz


sábado, 4 de diciembre de 2010

parásito

simbiosis, comensalismo, parasitismo
se estudiaban así, pero en otro orden

eres anfitrión. deseas simbiosis. aceptas comensal. descubres parásito

rechazas parásito, propones comensal, ni sueñas con simbiosis

intentas arrancarte el parásito pero éste se vuelve agresivo, virulento
hinca más, se aferra, ataca.

traumatismo, anestesia
bisturí