domingo, 31 de agosto de 2003

A cara de perro.
De vacaciones. Pero hasta el día 9 no seré totalmente libre.
Meando currándome el trabajo de Análisis de Datos. El último pasito para acabar...Sociología, y olvidarme de 27 años de escuela-colegio-instituto-universidad.
Como decía Alvaro: "ni te imaginas lo que es, macho". Creo que por éso; esa frase que oí en Septiembre una mañana de Ernst & Young... pensé, ya está bien, coño.
Pero aún no ha acabado.

Y mientras, dudas y más dudas... sobre el futuro, en Madrid o quién sabe...

jueves, 14 de agosto de 2003

este puente voy a La Manga del Mar Menor, con mis primos. Toda la vida con ellos en Valladolid, y ellos 20 años veraneando allí... y nunca los he visitado. Ya iba siendo hora. Me vendrá bien desintoxicarme de Madrid -y que no sea un viaje-aventura ni Valladolid- y sentirme como en casa a 600 km

Miguel, mi compañero del curro, se va de vacaciones hoy, 15 días, y el lunes me encontraré con Iván, que ha estado un mes fuera, ¡y tan fuera!, ¡en USA! Me va a poner la cabeza como un bombo en barras y estrellas. Pues si ya flipaba con USA, ahora no sé yo...

Y Gema, que vuelve de Tunez, donde ha estado 15 días. Creo que llega mañana, pero no la veré hasta el lunes o el martes. Este tema es más complicado. Ay, Gema, mi niña, qué voy a hacer contigo!

martes, 5 de agosto de 2003

Quería titular ésto EL ULTIMO VIAJE DEL CORSARIO NEGRO

Tal vez no lo sea, pero yo lo viví como tal. El Corsario Negro es mi Opel Corsa, valiente navegante de las carreteras y autopistas peninsulares. Aún no ha muerto. Está conmigo, sin su tarjeta de ITV porque no la ha pasado. Para ello necesita financiación, pero hemos optado por dar descanso definitivo a una maquinaria modesta pero noble, de las que no te dejan en la estacada, y se portan en la aventura como si fuese la última. Al límite. Viajes de verano sobre todo, con amigos o amigas, a la costa o a conciertos, a dejarse caer en Portugal o a vivir a otra ciudad. Salamanca, Valladolid y Madrid han visto pasar por su asfalto al indómito corcel. Y otras ciudades que, de paso, nos daban cobijo, víveres o símplemente sombra y diversión.
El último vuelo, con Alvaro y Makita, a Jerez de la Frontera. Semi ilegales por lo de la condicional de la ITV. En plan comando, al límite para llegar a tiempo. Compartiendo el volante, con lo que me cuesta...El Espárrago, polvo, sudor y kalimotxo, el Corsario deslizándose por sobre los olivares y campos de girasol, a 40º y sin tregua.
Me siento muy triste por la pérdida, pero muy orgulloso por ese coche, mi primer coche, con el que he vivido mis primeras grandes aventuras en total libertad. Un coche a mi medida, perro flaco, duro y pupas. Alguien diría que mi coche era del Aleti, como yo, aunque sea del Barça. Un inigualable Rocinante para enfrentarse al mundo armado sólo con sueños y una armadura de piel morena.
Nunca he tenido un perro, ni se ha muerto un ser querido realmente cercano, de esos con los que compartes algún tipo de complicidad. Esto ha sido lo más parecido. Y ha sido duro, así que me espera mucho dolor en esta vida.

Desde aquí quiero enviar un último guiño de esos que le hacía cuando lo veía, aparcado, en la calle, cerca de casa. Y un último susurro al volante: "vamos, vamos, campeón", como solía decirle en los puertos y adelantamientos. Y también un último "gracias, guapo" como cuando al fin llegábamos, después de un largo viaje.

hasta siempre