sábado, 6 de septiembre de 2008

entre líneas


cuando estaba en Londres solía comprar el periódico todos los sábados: The Guardian, que venía acompañado, entre otras cosas, por una imprescindible guía de ocio. el guide no se limitaba a ofrecer detallada información sobre espectáculos y exposiciones sino que incluía secciones de opinión, reportajes, y una que me encantaba que se llama All ears, todo oídos. el autor de esta sección, semana tras semana, nos contaba alguna conversación que había sorprendido por casualidad, en la barra de un bar, la cola de una cafetería (en Inglaterra hacen colas para casi todo), el metro, etc. y que por lo general era esperpéntica o cuando menos, graciosa.

esta mañana me dirigía al Mercado de la Plaza España a comprar unas flores, cuando he escuchado algo que me ha hecho acordarme de los sábados por la mañana leyendo All ears en El Guardian. la conversación en sí era por teléfono y tampoco tenía demasiada miga. un hombre iba contándole a alguien, en un tono más o menos indignado, que "el chaval resulta que dice que de mayor quiere ser narcotraficante [...] luego le veo con unos polvos o yo qué sé que había por allí y va y dice, 'oye, ¿y si nos hacemos unas rayitas?' [...] a mí es que no me parece normal, y es que lo están viendo a todas horas por la tele... bla, bla, bla"

lo dicho

No hay comentarios: