ayer me llegó, por fin, el sobre con la documentación electoral para el 9 de Marzo. y digo por fin, porque madrugué pero bien allá en Enero, y me pegué una mañana en el Consulado para asegurarme de que podía votar por correo, habida cuenta de que en la fecha de los comicios yo iba a estar cabezabajo en alguna playa tropical. sí, tropical; y de que tenían mi dirección actualizada. y no, claro. bueno, un poco sí. es decir, en el Consulado hay diferentes departamentos y en cada uno figuro con una dirección distinta. pa cagarse. el caso es que el sobre me llegó ayer, podemos decir que de milagro.
no es que me seduzca mucho ninguna de las opciones a mano. y no he podido investigar estos nuevos partidillos (casi marianetes) de los que no había oído hasta ahora. con todo y con éso, he decidido ejercer mi derecho al voto. muchos lucharon y murieron por alcanzar este derecho para todos, y a ellos (y ellas) les debo este respeto. otros años he ejercido mi derecho a abstenerme, lo cual no pueden decir ciudadanos de otros países democráticos. la abstención, he concluido, supone darle el voto a la derecha. el votante de izquierdas, el voto de conciencia, normalmente se abstiene. todos sabemos que ésa es la opción más racional (A. Downs). ahí está el problema. porque la derecha, no lo olvidemos, vota en bloque. a ciegas, diría yo. vota por convicción y no por responsabilidad (M. Weber). Les va mucho en ello, no hay duda. Qué supone un paseo al colegio electoral, cuando un mínimo de redistribución de riqueza va a hacer subir los impuestos a las rentas altas, y una política más verde va a echar el freno a su tren de vida. conozco a quien incluso sus padres le daban mil duros de los de hace diez años por ir a votar. al PP, claro. ¡viva la buena educación!
no es que me seduzca mucho ninguna de las opciones a mano. y no he podido investigar estos nuevos partidillos (casi marianetes) de los que no había oído hasta ahora. con todo y con éso, he decidido ejercer mi derecho al voto. muchos lucharon y murieron por alcanzar este derecho para todos, y a ellos (y ellas) les debo este respeto. otros años he ejercido mi derecho a abstenerme, lo cual no pueden decir ciudadanos de otros países democráticos. la abstención, he concluido, supone darle el voto a la derecha. el votante de izquierdas, el voto de conciencia, normalmente se abstiene. todos sabemos que ésa es la opción más racional (A. Downs). ahí está el problema. porque la derecha, no lo olvidemos, vota en bloque. a ciegas, diría yo. vota por convicción y no por responsabilidad (M. Weber). Les va mucho en ello, no hay duda. Qué supone un paseo al colegio electoral, cuando un mínimo de redistribución de riqueza va a hacer subir los impuestos a las rentas altas, y una política más verde va a echar el freno a su tren de vida. conozco a quien incluso sus padres le daban mil duros de los de hace diez años por ir a votar. al PP, claro. ¡viva la buena educación!
voto responsable frente a voto interesado.
pues yo ya he echado mi voto al correo y a ver qué pasa
pues yo ya he echado mi voto al correo y a ver qué pasa
masimor@hotmail.com