sin duda la noche y la oscuridad llegarán y querrán poner fin al fin de semana y a la semana y yo me empeñaré en que no acaben, lo prolongaré hasta muy tarde, restando horas de esas docenas que decía que iba a pasar en la cama.
reteniendo los últimos compases, los últimos latidos de vida fácil, ésa que te contagia Alvaro; y es que la vida se suaviza a su alrededor.
como ese colega en el curro, que siempre me dice "ay, la vita loka", y es lo único que sabe decir en español
la vida, la cruda, sigue y no para. la noche se acerca y tal vez envuelva y se lleve de una vez este viento del demonio y el frío del carajo a donde no se los vuelva a sentir.

taluego

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