esta mañana, a la hora de sonar el despertador, hacía exactamente una semana de frío, nieve, transporte público de mierda y trabajo sin adjetivos, desde que el avión de Royal Brunei en el que nos auto-deportábamos, aterrizaba en Heathrow
creo que no ha habido una sola noche que no haya soñado que estaba en Australia. por éso, y por la luminosidad del salón de Dok, sigo despertándome temprano y con alegría en el cuerpo; preparamos desayuno y charlamos eufemísticamente hasta la hora de irse a currar
son sueños en general verdes, con pájaros de colores que cantan; en general miro arriba, sin que me preocupe lo que hay alrededor; sólo lo de arriba. cielos estrellados de Sur y Trópico, sol y sombra a partes iguales, lluvia refrescante, música y calma
manolito sueña... el despertador suena...
defendamos la ñ
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