jueves, 24 de marzo de 2011

carbayón

uno de los dulces que más me han gustado toda la vida, y del que creo que nunca me cansaría, son los carbayones. el problema es que prácticamente sólo los puedes encontrar en Asturias y, en concreto, en Oviedo. he probado las -les- casadielles y... también. pero los carbayones...
el otro dulce que tiene un recuerdo imborrable es el pastel de cumpleaños que hacía mi madre cuando éramos pequeños. sólo lo hacía en los cumpleaños pero da gracias que éramos unos cuantos, así que tocaba muchas veces. me refiero a esa tarta elaborada a base de bollos suizos, natillas, azúcar caramelizado y-na-da-más. recuerdo que ningún otro pastel ni tarta de cumpleaños -de casa o de fuera- ni de boda me han gustado hasta fecha reciente. pero un día, ya hace mucho, mi madre decidió que ya estaba bien y aprendió o se decidió a elaborar otros tipos de tartas. desde entonces los cumpleaños ya no eran lo mismo. de hecho, creo que eso marcó el tránsito de mi infancia a lo que vino después.
el otro día fue el cumple de Virág y se me ocurrió que podíamos hacer esa tarta para la fiesta. no fue fácil, pero tampoco difícil encontrar los ingredientes. a falta de suizos buenos fueron kalács. el resultado, en cualquier caso, fue el esperado y deseado. kurva jó! -[curbayó]- dijeron algunos que lo probaron. carbayón, me sonaba a mí. no tan bueno, pero se agradece

sábado, 19 de marzo de 2011

magyar narancs

ha sido una semana corta pero intensa. la cortedad se ha debido a un puente a principio de la semana. el martes 15 de Marzo, Fiesta Nacional, aniversario de la Revolución de 1848. sin aspavientos, sin estridencias, sin falsa ceremonia, sin ruido pero sin falta, las casas, los balcones, los tranvías, los puestos del mercado y las solapas se engalanaron con kokárdas y banderas nacionales. se pudo visitar el Parlamento y contemplar la milenaria corona de Szent István, tras una más o menos larga cola alrededor del edificio: buena ocasión para recrearse en detalles y ángulos imprevistos. discretas trompetadas y cambios de guardia militares.

el puente del lunes, secundado mayoritariamente, se demostró un gran acierto debido al sol y la agradable temperatura. no fuimos los únicos que nos acercamos a Aquincum, la orilla romana del Danubio. a pocos metros de las ruinas de esa primera ciudad del mundo 'civilizado' que le vio los bigotes a Atila, comienza un paseo fluvial flanqueado por todo tipo de ofertas gastronómicas. pescado del Danubio, sin duda, es la mejor elección

pero la semana no ha sido tan corta para todos. los que hicieron puente el lunes, hoy sábado, laborable a todos los efectos, lo están recuperando. los estudiantes están en clase, y están abiertas las oficinas y los bancos y Correos y la administración pública y las bibliotecas y...

en realidad, nada especial ni del otro mundo. ni gran festejo ni tampoco descontento. esto son lentejas, diríamos en España. magyar narancs, dicen aquí (naranjas húngaras): no son dulces ni las mejores, pero son nuestras naranjas.

lunes, 14 de marzo de 2011

las almejas del Danubio

en domingos soleados de casiprimavera uno puede acercarse a Szentendre, al norte de Budapest. también a orillas del Danubio, aunque rodeado por éste, y por partida doble, Szentendre se llaman tanto el pueblo como los 56 km² de isla que tiene en frente. en realidad, es el Danubio el que juega a desdoblarse y abrazar y esconderse y a hacerse imprevisible
el tren, el HÉV de Szentendre, en pocos minutos nos transporta -a nosotros y a nuestras bicis- doscientos años atrás a una playa fluvial bajo las torres de cuatro iglesias, callejas empedradas, cervecerías y 'lángoserías' escondidas. y también a sus colinas de casas pijas pero con puestas de sol... de cine, claro
esta versión del St. Albans de Londres, El Escorial de Madrid, etc. es un rincón que parece el escenario de un cuento de princesas y de brujas que, en domingos cuasiprimaverales, depara sorpresas como estos nuevos vecinos moluscos bivalvos

lunes, 7 de marzo de 2011

a vueltas con Margarita

por fin, lo conseguí

todos los sábados -o domingos- vamos a correr a la Isla Margarita -Margít Sziget- donde hay un circuito de 5,400m más o menos que equivale al perímetro de la isla, un huso en medio del Danubio

a la isla se accede por sus dos extremos, el Puente Árpád en el norte, y Margít Híd en el sur. este puente hace un ángulo en su punto central, desde donde lanza un arco vástago hacia la isla. es uno de los puentes más transitados, y más bonitos, por donde circula la línea 4 de tranvía que conecta Buda con el centro -Pest- formando una herradura con ambos extremos en Buda. este puente es, también, nuestro preferido, aunque por estar en obras desde hace un año el acceso no es cómodo, ni recomendable de hacer en bici. no veo el momento de que las obras terminen, especialmente por ese carril-bici que nos permitirá estar en la Isla en cinco minutos, y en el Centro en diez

por una u otra razón, se me había venido negando el poder completar corriendo la vuelta a la isla, y cerrar el huso con un sprint final torero. unas veces la rodilla, otras fallo de cálculo, otras símplemente que decides parar antes... pero por fin este domingo, bajo un sol helado y viento norte bajando por el Danubio, conseguí dar esa primera vuelta con un honorable sprint final bajo el arco isleño de Márgit Híd